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AVISO: Las informaciones contenidas en este blog pueden desentrañar importantes aspectos del argumento, incluso del final de la película en cuestión.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Las tres caras de Eva (el Trastorno de Personalidad Múltiple)

Las tres caras de Eva fue otra de las películas que comentamos en un cine fórum en el Centro Asociado de la UNED en Palma de Mallorca. Los alumnos la eligieron entre una lista que les pasé, porque se citaba este film en alguno de los textos de Psicopatología que tenían que estudiar.

De hecho la película es un clásico sobre el popular Trastorno de Personalidad Múltiple, denominación que aparece en el título de estas líneas por ser mucho más conocida que la actual: Trastorno de Identidad Disociativo (TID), patología que, como ya veremos, le debe mucho al cine.

Los trastornos psicológicos quedan muy bien en la pantalla. Los personajes que los sufren nos enternecen, nos sorprenden, nos asustan… Así que no es de extrañar que aparezca tanto “pirado” (con perdón) en las películas.

Pero dentro de esa panoplia de psicopatologías que nos ofrece el cine, el TID es uno de los más populares, mucho más de lo que su incidencia real justificaría su aparición en los films.

Es más, la incidencia de este trastorno es bastante baja y la inmensa mayoría de los casos se da en Estados Unidos (quizás por la cultura y por el sistema terapéutico), entre mujeres que suelen asimismo padecer un trastorno de estrés postraumático. No se conocen muy bien sus causas y hay quien dice que puede estar inducido por el propio terapeuta y sus técnicas.

La Asociación Americana de Psiquiatría (APA) incluye el entonces llamado Trastorno de Personalidad Múltiple en su Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), también conocido como DSM, en 1980, hasta entonces no se había considerado necesario. Pero el gran número de casos que se produjo en Estados Unidos después de un fenómeno mediático, la publicación en 1973 del best-seller “Sybil” (la historia, basada en la realidad, de una chica maltratada en la infancia por su propia madre, que luego llegó a desarrollar hasta dieciséis personalidades) y la emisión en 1976 de la adaptación que se hizo para televisión, hizo que la APA se replantease la cuestión.


Antes de que sigas adelante permíteme hacerte recapacitar sobre lo que acabas de leer. Hasta 1976 los casos de personalidad múltiple eran casi anecdóticos. Desde entonces crecen como la espuma, pero sólo en un país que se conmovió por la emisión de un telefilm. Y semejante impacto consiguió que algo que era una anécdota fuese institucionalizado… Como se diría popularmente “¡Que fuerteee!”.

Bien, sigamos. En 1994 se cambia la denominación a Trastorno de Identidad Disociativo, dando más importancia a la “disociación” que a la “multiplicidad”.

Actualmente en la última versión del DSM (IV TR), considerado hoy en día como el texto básico para el diagnóstico y clasificación de trastornos mentales, se nos dan estas pautas para determinar la existencia de TID:


Criterios para el diagnóstico deF44.81 Trastorno de identidad Disociativo

A. Presencia de dos o más identidades o estados de personalidad (cada una con un patrón propio y relativamente persistente de percepción, interacción y concepción del entorno y de sí mismo).

B. Al menos dos de estas identidades o estados de personalidad controlan de forma recurrente el comportamiento del individuo.

C. Incapacidad para recordar información personal importante, que es demasiado amplia para ser explicada por el olvido ordinario.

D. El trastorno no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., comportamiento automático o caótico por intoxicación alcohólica) o a una enfermedad médica (p. ej., crisis parciales complejas).

Nota: En los niños los síntomas no deben confundirse con juegos fantasiosos o compañeros de juego imaginarios.


En la práctica se observa que cada una de las identidades tiene su propia historia personal, con sus características peculiares, recuerdos, sentimientos, etc. Incluso se dan casos con características físicas y fisiológica distintas (por ejemplo diferente propensión a enfermedades, agudeza visual o auditiva…) y a veces se asume un distinto sexo.

Una de las personalidades es la principal o dominante, las otras que concurren son secundarias y pueden llegar a ser hasta más de cien.

Suele aparecer por lo menos una que es seria y formal y otra que es la opuesta, más infantil y conflictiva. El cambio de una a otra suele ocurrir en momentos de tensión y puede ser muy rápido y difícil de percibir.

Algunas veces estas personalidades se conocen y se relacionan entre sí, llevando una existencia en ocasiones armónica y en otras ocasiones bastante problemática. Frecuentemente este conocimiento no es simétrico y algunas personalidades saben de la existencia de otras, pero estas otras no saben de la existencia de la primera.

Aunque en algunas ocasiones una personalidad puede estar consciente mientras que la que tiene el control es otra, lo normal es que estos cambios originen episodios de amnesia, en los que no se sabe qué se ha hecho en el tiempo en el que actuaba la otra personalidad. Esto hace que la existencia del sujeto sea bastante… “complicada”.

Como decía antes, es frecuente encontrar un trastorno de estrés postraumático subyacente al TID, en muchas ocasiones por abusos sexuales durante la infancia. La creación de otras personalidades sería entonces un mecanismo de defensa mediante el cual el sujeto se distancia de la experiencia traumática.

El tratamiento, recordemos que la mayoría de casos se presentan en Estados Unidos, se realiza mediante psicoanálisis e hipnosis, para poder acceder a cada una de las personalidades e intentar aunarlas.

Obviamente, el cine se ha hecho cargo de todas estas características y ha encontrado una mina argumental para contar historias truculentas, en las que el malo de la película era una de las identidades de un personaje del que no sospechábamos en absoluto. Un “as en la manga” de los guionistas que ha dado mucho de sí y que ha permitido tanto acercamientos dramáticos como humorísticos a la misma historia. Pensemos en la múltiples versiones que desde 1920 se hacen de la novela de Robert Louis StevensonEl extraño caso del doctor Jekyll y mister Hyde”. Y en las versiones humorísticas que con mayor o menor ingenio hicieron Jerry Lewis y Eddie Murphy de “El profesor chiflado” (1963 y 1996 respectivamente).



Pero en Las tres caras de Eva el acercamiento es distinto. Tipo documental periodístico. Se nos plantean unos hechos basados en la realidad, presentados y narrados por el propio Alistair Cooke, un conocido periodista y comentarista de radio, que en aquella época tenía un programa de análisis de la actualidad y que posteriormente también intervendría en algunas series de televisión.

La historia se basa en el libro que los psiquiatras Corbett Thipgen y Hervey M. Cleckly escribieron sobre una paciente suya, Christine "Chris" Costner-Sizemore, que había acudido a su consulta tras el fracaso de otros médicos para encontrar explicación a los fuertes dolores de cabeza que padecía. Chris, educada, tranquila y sosegada, sorprendió a los doctores al revelar en consulta otra personalidad distinta, mucho más dinámica y descarada.

En el film, Joanne Woodward da vida a Eva White, la joven dócil y recatada. A Eva Black, la personalidad seductora y descarada. Y a la definitiva Jane, la personalidad que surge en la terapia y que será definitiva para la curación.

En el siguiente video vemos a Nunnally Jhonson hablando de la película y sus personajes.



Buscando información para completar estas líneas encontré en YouTube (qué sería de nosotros sin la red), un vídeo que supuestamente los doctores Thipgen y Cleckly grabaron a su paciente en sus tres identidades. Dudo de la autenticidad de la filmación, de la que no he podido obtener más datos, pero en todo caso me ha parecido suficientemente interesante como para poneros el enlace e insertarlo aquí. Si alguien puede conseguir más detalles le agradeceré que me los pase o los cuelgue como comentario.


Y digo que dudo de la grabación, fundamentalmente porque la verdadera “Eva” (Chris) llegó en realidad a desarrollar más de veinte personalidades diferentes, como contó en las memorias que publicó sólo un año después, bajo el pseudónimo de Evelyn Lancaster y que se tituló “La cara final de Eva”. Más tarde publicó otro bajo su verdadero nombre y que se llamó “Yo soy Eva”. Siendo el final de la historia real no tan feliz como el de la película.


La película: director y actores:

- Nunnally Johnson. Además fue el guionista y entre su filmografía encontramos: El hombre que entendía a las mujeres y La viuda negra. Fue nominado cuatro veces al Oscar.

- Joanne Woodward. Filmografía: Philadelphia, Harry e hijo, Con el agua al cuello, El efecto de los rayos gamma sobre las margaritas, Quinientas millas, Desde la terraza, Largo y cálido verano y Sybil.
Ganadora de un Oscar y otros 27 premios más de cine.

- David Wayne. Su cara nos suena más por su intervención en múltiples series de televisión como: Las chicas de oro, Vacaciones en el mar, Se ha escrito un crimen, Con ocho basta, Dallas, Hawai 5-0, Ironside, etc. Fue nominado para el Emmy.

- Lee J. Cobb. Filmografía: El exorcista, El oro de Mackenna, Las Vegas 500 millones, Éxodo, Doce hombres sin piedad, La ley del silencio, Secreto de familia, El Virginiano (TV). Nominado dos veces al Oscar.


La película (no soy muy extenso porque imagino que la habréis visto y si no, querréis verla vosotros mismos) nos narra lo más escrupulosamente posible la historia de Eva, la aparición de los primeros síntomas, las incidencias de la terapia, la aparición de las otras personalidades y sus características peculiares, terminando con la salida a la luz del problema que originó todo en un principio y que desde entonces Eva se había ocultado. Todo ello facilita la consecución de Jane, la personalidad preponderante, que será la única que tendrá continuidad y una existencia feliz.

Está narrada en un estilo veraz, llano y sencillo, sin recurrir a espectaculares trucos dramáticos, sin embargo la fuerza de la propia historia nos engancha de principio a fin, por lo que es una película ideal para reflexionar sobre el Trastorno de Identidad Disociativo.


Curiosidades de Las tres caras de Eva

- Nunnally Johnson, pensó primero en Judy Garland para el papel de la protagonista, pero al no ser “fiable” se decantó por la entonces poco conocida Joanne Woodward y la impuso ante los ejecutivos del estudio.

- En una entrevista de televisión, June Allyson dijo que también le ofrecieron el papel de la protagonista, pero su marido, Dick Powell, la convenció para no aceptarlo diciendo que sería un fiasco. No sé cómo acabarían las relaciones después de semejante profecía.

- En un principio se propuso a Orson Welles para el papel del Dr. Luther, que finalmente hizo Lee J. Cobb. Pero Welles estaba dirigiendo Sed de Mal (Touch of Evil, 1958) y no aceptó. Welles incluso leyó el guión y dijo a Nunnally Johnson que quienquiera que hiciese el papel principal ganaría el Oscar (Joanne Woodward, de hecho lo ganó). Éste estuvo bastante más acertado en sus predicciones.


- La auténtica Eva, Chris Sizemore, no asistió a los actos del estreno de la película, ni cuando le dieron el oscar a Joanne Woodward, no sé si por deseo propio o por prescripción facultativa. Para remediar esta ausencia, 50 años más tarde se le hizo un homenaje en el Augusta's Imperial Theatre. Así es ahora Chris:



- Los cambios de una identidad a otra se manifiestan con gestos, entornando los ojos, cambiando la voz y con una música de clarinete que anuncia a Eva Black. Estos recursos han sido empleados posteriormente en otras películas.

Igualito que cuando Carlos Jesús cambiaba a Micael…


¡Perdón! Es mi lado oscuro (friki), no he podido resistirlo.



ALGUNOS CASOS REALES DE TRASTORNOS DE IDENTIDAD DISOCIATIVA CITADOS EN LOS MANUALES DE PSICOPATOLOGÍA


- El médico alemán Eberhardt Gmelin describe en 1791 el primer caso conocido, una chica de su país, de unos veinte años, que comenzó un día a hablar en francés e incluso al hablar normalmente lo hacía con acento francés.


- En 1816 se describe el primer caso realmente documentado, el de Mary Reynolds, una joven tímida e introvertida que tras seis semanas de ceguera y sordera inexplicable se despierta siendo otra persona, sin memoria, sin recuerdos, sin saber quien era ni reconocer a nadie, sin saber leer ni escribir, pero siendo una persona muy alegre, extrovertida.

Esta transición de personalidades continúa durante quince años, siempre con estos periodos de letargo entre una y otra.

Al cabo de treinta años desde su inicio, se impone la segunda personalidad que ha tenido que volver a aprender todo desde cero.


- En 1905 Morton Prince describe el caso de Clara Norton Fowler, el más citado en la bibliografía, aunque con el nombre de Christine Beauchamp, una estudiante aplicada y trabajadora, que fue a la consulta quejándose de fatiga.

Desarrolló varias personalidades de características contrapuestas.

La más interesante era Sally, rebelde, juguetona y de mal genio. Siempre estaba consciente, fuese cual fuese la personalidad que actuaba en ese momento. Decía ser un espíritu y de hecho actuaba como si fuese una entidad que en determinados momentos poseyese el cuerpo de Christine.

En ocasiones se dedicaba a incordiar a la personalidad primaria, por ejemplo yendo en el último tren de la noche a alguna población distante y luego devolviendo el control a otra personalidad, para que la otra tuviese que volver andando y sin saber cómo había llegado allí.

Al final de la terapia, se consiguió aunar a todas las personalidades menos a Sally.


- Otro caso curioso fue el de Kenneth Bianchi, asesino en serie de los años 70 en Estados Unidos en principio fue diagnosticado de TID, aunque se necesitó la opinión de varios expertos para determinarlo y siempre hubo bastantes y fundadas dudas.

El asesino era una de las dos personalidades que tenía y que se llamaba “Steve Walker”. Más adelante se comprobó que Bianchi había visto la película Sybil y se inspiró en ella para simular el trastorno y eludir todo el peso de la justicia.

Se procedió a ponerle una trampa para intentar desenmascararlo. De una manera sutil se le informó que en los trastornos de TID siempre suelen aparecer más de dos personalidades. En la siguiente entrevista con el terapeuta, tal y como se esperaba, Bianchi mostró una nueva personalidad, “Billy”, la tercera.

Esta historia inspiró el film “Las dos caras de la verdad”, de 1996.


- En España se registró en 2003 un caso curioso. Se encontró el cadáver de un recién nacido en un contenedor de basura, dentro de una bolsa de deporte. Las investigaciones llevaron hasta una chica de 27 años, que ya había sido madre soltera y que negaba cualquier implicación con el caso. Decía que sólo conocía el suceso por la televisión y afirmaba tener una bolsa igual a la que se había visto en las noticias.

Un reconocimiento médico reveló que había dado a luz muy recientemente, hecho que causó gran sorpresa en la joven, que lo negaba, así como la gente de su entorno.

Siendo la joven condenada y siguiendo el tratamiento en la cárcel, se manifestó una disociación de personalidad aflorando la causante de los hechos relatados.

Los médicos aseguran que la sujeto no fingía.



Bueno, como veréis hay mucho de lo que hablar sobre estos temas, mucha bibliografía que comentar y muchas películas que ver. No pretendo cansaros, pero si buscáis información en la red la encontraréis a raudales, aunque personalmente os recomiendo ser un poco selectivo e ir directamente al excelente artículo de Beatriz Vera Poseck ¡El asesino era yo! o el trastorno de identidad disociativo en el cine. Y si aún queréis más, echadle un vistazo a su libro: “Imágenes de la locura. La psicopatología en el cine” . Calamar Ediciones. Madrid 2006. A mi juicio, lo mejor que sobre psicología y cine se ha publicado en España.

Nada más por hoy.

Si quieres que te avisen cuando pongan Las tres caras de Eva por televisión, pulsa este enlace.

Saludos,





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3 comentarios:

  1. Te sugiero echar también un vistazo a los siguientes enlaces, que se refieren a una entrevista que me hicieron en el programa "Efecto Mariposa", de Radio Uruguay, sobre esta película:

    http://ibm9001.blogspot.com/2011/10/las-tres-caras-de-eva-en-efecto.html

    http://t.co/Fmzm6S1t

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  2. Un saludo. Gracias por el interesante análisis. Precisamente hace poco en Medellín (Colombia), hicimos un cineforo sobre la misma película. En esta dirección está el texto que sirvió de base a dicho cineforo. www.jungcolombia.com

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  3. Me ha encantado el análisis. Estoy buscando una película en la que la protagonista tenía un trastorno mental que consistía en que su mente daba saltos aleatorios a momentos pasados de su vida. Esto le ocurría constantemente. Su mente vivía escenas que parecían presentes y saltaba hacia delante y hacia atrás en un espeluznante caos. ¿La conocéis?

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