AVISO IMPORTANTE

AVISO: Las informaciones contenidas en este blog pueden desentrañar importantes aspectos del argumento, incluso del final de la película en cuestión.

martes, 24 de febrero de 2009

23-F, El día más difícil del Rey

Hoy es 24 de febrero. Hace veintiocho años (¡cómo pasa el tiempo!) estaba yo un tanto nervioso. Al día siguiente tenía un examen muy importante. Si le aprobaba podría decirse que ya ¡por fin! habría terminado la carrera de Farmacia y podría dedicar todas mis energías a las oposiciones que hace tiempo preparaba.


No las tenía yo todas conmigo aún. El día antes, en la tarde del 23, en un descanso de mis estudios puse la radio para oír las noticias. Aún me acuerdo de las palabras textuales que pronunció la locutora: “Un grupo de personas vestidas de guardias civiles ha irrumpido en el Congreso cuando se celebraba la sesión de investidura”.


¿Un grupo de personas vestidas de guardias civiles?, ¿qué quiere decir eso?, ¿qué en verdad no eran agentes de la Benemérita?, ¿qué eran terroristas?, ¿cuáles?. En aquella época teníamos para elegir ¿ETA?, ¿el GRAPO…?, ¿cuál?. El FRAP se había se había disuelto en 1978, el MPAIAC en 1979 y los Guerrilleros de Cristo Rey no creía que tuviesen infraestructura adecuada para eso, aunque ganas probablemente no les faltaban.


Era una época muy complicada. Atentados, secuestros y otras acciones terroristas eran terriblemente frecuentes. Hacer frente a eso con las limitadas armas de la aún joven democracia era muy difícil y los militares se estaban mostrando muy, muy pacientes, demasiado a juicio de según quien.


El caso es que en un instante vi mi situación: yo movilizado (en esos momentos disfrutaba de una prórroga de incorporación al servicio militar por razones de estudios), mi examen sin poder hacerlo (vete tú a saber si se suspenderían las actividades académicas o no), mis estudios inconclusos por dos días, las oposiciones que preparaba… Bueno, para qué hablar de mi plano personal si la incertidumbre del país podía ser aún mucho más grave.


Inmediatamente me puse a la búsqueda de noticias. Al principio todo era confusión, después Radio Nacional comenzó a emitir música militar. Sólo encontré a la SER dando noticias, pero mucho no se sabía.


En aquella época era radioaficionado y diexista, así que utilizando mi equipo busqué informaciones en las emisoras internacionales de onda corta (que tiempos aquellos en los que no había internet ¿verdad?). Nada. Incluso las agencias de noticias que podía captar por teletipo no hablaban aún del tema.


Las primeras informaciones las capté por mi emisora de UHF, con la que podía sintonizar los teléfonos móviles que en aquella época emitían en estas frecuencias. Bueno, lo de móviles era un decir porque no se llevaban normalmente encima, pero los ministros los tenían en sus coches y sus chóferes, desde el garaje de las Cortes, llamaban a sus familiares para tranquilizarles. Lo que pasa es que ellos sólo contaban con la información que les daban los golpistas, así que eso es lo que contaban por teléfono. También recuerdo, aunque no tan literalmente, una conversación que me impactó: “Tranquila, no pasa nada. Es un golpe de estado, pero no va a pasar nada porque se han levantado todas las capitanías. Volvemos a lo de antes y ya está”. Con estas sencillas y elocuentes palabras un amable conductor pretendía tranquilizar a su preocupada esposa. Pero...


¡¿Será posible?!. ¿Volvemos a lo de antes y ya está?, ¿así?, ¿ya está?.


Cuando uno vive una situación muy importante, en ocasiones conserva de los sucesos un recuerdo “fotográfico”. Parece que tenemos una imagen vívida y fiel de los acontecimientos y que esa imagen se conservará siempre. Diversos estudios han comprobado que eso no es así, que el recuerdo no es tan fotográfico y que se modifica con el tiempo. Pero es la sensación que yo tengo.


Ayer por la noche se me ocurrió ver “23-F, el día más difícil del Rey”. Lo tenía grabado y no lo vi cuando lo emitieron por la tele. No fue una cosa premeditada, simplemente miré que pelis tenía pendientes de ver y surgió ésta.


Sin demasiada confianza empecé a verla y la verdad es que encontré que estaba bastante bien hecha. Da una versión coherente del intento de golpe de estado, aunque no sé si es del todo verídica. Deja muy bien a la Familia Real, y a nuestro propio Rey le da un papel de gran protagonismo. Es evidente que lo tuvo, pero siempre pensé que las decisiones, más que él, las habían tomado sus ayudantes.


Respecto a los militares, sí parece que Armada fuese el organizador, no creo que a Milans le moviese la ambición de ser ministro de defensa, a Tejero le engañaron para que diese la cara y el "elefante blanco"..., bueno, yo tampoco sé quién era.


Pero no quiero comentar simplemente la trama de la película, ni hablar de la experiencia psicológica de sus personajes, lo que quiero es evocar los sentimientos que me produjo e igual también los que te produjo a ti si viviste el momento.


En la mayoría de películas que hemos comentado o que normalmente aparecen en los foros de psicología, podemos vivir la experiencia de los protagonistas como expectadores. Podemos analizar la situación e intentar comprender los procesos que se nos muestran. Pero en esta ocasión, los que tenemos una cierta edad, además podemos recordar y revivir la experiencia psicológica que tuvimos nosotros, que tuvo el país entero, en aquellos críticos momentos.


Ya he mencionado la situación en la que yo me encontraba aquella tarde de 1981. ¿Imaginas lo que sentí?. No fue miedo, estaba demasiado entretenido intentando saber lo que pasaba, explorando frecuencias, yendo de un receptor a otro, sintonizando teletipos… El caso es que cuando estás muy ocupado el miedo se controla mejor.


Recuerdo haber experimentado una gran excitación, ansiedad, estrés e incertidumbre. Una curiosa mezcla de emociones y sensaciones. Algo parecido a lo que viven los protagonistas de la película, solo que en plan doméstico.


Cuando Radio Nacional dejó de poner música militar, no sé cuanto tiempo pasó, en televisión (tampoco recuerdo que emitían hasta entonces y pensad que todavía no había cadenas privadas) anunciaron que en breve transmitirían un mensaje del Rey. Tuve entonces una sensación de alivio, parecía que las cosas volvían a la normalidad.


Empezaron a emitir una película, una comedia, creo que era “La princesa y el pirata”, quizás para rebajar la tensión y creo que lo consiguieron, por lo menos no parecía que el futuro del país estuviese en juego. Ya la había visto y yo estaba agotado. Me fui a la cama confiando en levantarme cuando hablase el Rey pero me dormí. A la mañana siguiente todo era irreal.


Recuerdo las imágenes en televisión de los guardias civiles saliendo por las ventanas del congreso y a José María García retransmitirlo. Ahora no sé si es que se coló en una unidad móvil de TVE o es que yo lo estaba escuchando por la SER.



Al día siguiente me examiné de Síntesis Orgánica, terminé la carrera de Farmacia y en junio aprobé las oposiciones. Al país tampoco le fue mal del todo.


Bueno, esa fue mi experiencia. Si quieres ver la película pulsa este enlace para ver la primera parte y este otro para ver la segunda. Luego ya nos cuentas qué te pareció y qué sentiste aquel día.


Si además de la psicología te interesa la historia-ficción y tienes un poco de sentido del humor, mira la visión de El Gran Wyoming en su programa El Intermedio sobre como viviríamos ahora si hubiese triunfado el golpe.



Aunque lo mejor es el musical sobre el 23-F.



No me digas que el último fragmento no es genial.


Saludos,




2 comentarios:

  1. Yo también escuché a García (todo el mundo sabía quién era, sin decir el nombre ni más apellidos). También tenía un examen, de Historia de COU, pero el profe lo quitó y pudimos seguir en la radio el final de "la intentona". Como señalas, nuestra percepción personal es determinante en la evocación de los hechos. Un año después, yo hacía la mili y recuerdo pasar las imaginarias en el cuartel escuchando con un pinganillo -acongojado con 18 añitos- las crónicas del Juicio del 23-F en "Hora 25". Las circunstancias personales hacen que viviera todo aquello de una manera especial. ¿"Memoria histórica" le llaman?

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  2. ¡Vaya! Menos mal... Ya estaba pensando yo que lo de García lo había imaginado. Es que lo de la memoria histórica y la fotográfica a veces no van juntas.
    Saludos.

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